Implantar un registro de horario laboral. Esta es la obligación que tendrían que cumplir todas las empresas si el Gobierno finalmente aprueba el borrador. Y todo con el objetivo de evitar que las horas extras no pagadas encubran jornadas completas, controlar el absentismo laboral y, así, asegurar empleos de calidad.
Con la reforma laboral que está preparando el Gobierno, el Estatuto de los Trabajadores reconocería como derecho laboral básico de cada empleo “conocer la duración y la distribución de su jornada ordinaria de trabajo, así como su horario de trabajo”. La intención sería modificar cuatro de sus artículos (4, 12, 34 y 35) y otro de la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Social.